miércoles, 29 de julio de 2009




































Datos e HistoriaTabla de contenidos [ocultar]
1 Información del Club
2 Historia del Club
2.1 Rivalidades del Club
3 Estrellas del Equipo Actual
4 Campeonatos Nacionales
5 Campeonato Ecuatoriano de Fútbol Primera A
6 Campeonato Ecuatoriano de Fútbol Primera B
7 International
8 Perfil en las competiciones CONMEBOL
9 Copa Libertadores
10 Copa Sudamericana
10.1 Más Presentaciones
10.2 Goleadores
10.3 Premios y Honores de Jugadores
11 Honores del Equipo
12 Uniformes
13 Estadio
14 Enlaces Importantes
15 Referencias

Información del Club


Liga Deportiva Universitaria de Quito, es un equipo de fútbol de la ciudad de Quito, provincia de Pichincha en Ecuador. Juega en la Serie A ecuatoriana. Cuenta con 9 títulos locales (1969, 1974, 1975, 1990, 1998, 1999, 2003, 2005 Apertura y 2007), y uno internacional, la Copa Libertadores de América que consiguió en 2008, siendo el primer equipo ecuatoriano en conseguir este título. Es uno de los cuatro grandes del fútbol ecuatoriano, junto con Barcelona, Emelec y El Nacional.
Historia del Club

DECADA DEL 40

Hay varias cosas para contarlas , la mejor , el mote o sobrenombre que la historia lo guardo para la posteridad , “ La Bordadora ”, equipo que en la época fue sensación por el maravilloso estilo de juego, hay más, hay que contar sobre la construcción de la primera sede del equipo, en la antigua calle Bolivia, hoy conocida como Espejo, entre Benalcázar y García Moreno, en el actual Casco Colonial, donde funcionaba la Universidad Central, pero que primero fue el Cuartel de la Real Audiencia de Quito, en los tiempos coloniales, después la Asociación de Militares Retirados y finalmente nuestra primera sede social.

En aquellos memorables tiempos, Liga Deportiva Universitaria no solo era un equipo de fútbol, no señor, era de básquetbol, atletismo, ping pong, voleibol, marcando el aparecimiento de los grandes dirigentes, entre ellos Raúl Vaca, y la construcción del estadio Universitario, en los terrenos de la Universidad ideado por ese gran hombre César Aníbal Espinosa, cuyo nombre lleva ese estadio, diseñado por el arquitecto Gatto Sobral, con los cálculos estructurales para la tribuna, calculados en la tesis de grado del “Chapa” Saá, un estadio que después fue el palco de grandes y memorables jornadas para L.D.U.

Se estableció por primera vez en la capital de los ecuatorianos las carreras pedestres, con el establecimiento del Circuito Universitario, en el básquetbol, L.D.U. fue campeón nacional con Raúl Vaca, H. Fierro, J. Fierro, Bayas y el Chispo García, en el tenis de campo, ajedrez, béisbol, atletismo, la presencia universitaria marcaba respeto y sana envidia.

Se forma dentro de L.D.U, la primera barra organizada, idea. Entre otros de Julio Bastillas, del “Chapa” Saá, del “Omoto” Rodríguez, Vicente Latorre y Oswaldo Guerra Galarza.

Pero es en el fútbol donde se alcanzan resultados formidables, en Liga Deportiva Universitaria se inicia la era del profesionalismo, al firmarse los primeros contratos con remuneración económica para los técnicos, médicos y jugadores, quienes recibían una prima de 20 sucres por partido ganado y 10 por el empate.

Había una gran ayuda para las tarjetas de la comida de los jugadores en el restaurante España de doña Matilde ubicado en la Plaza del Teatro, iniciando, si se quiere decirlo así, la etapa de lo que hoy se conoce como las famosas concentraciones. Pero también había los descuentos, un sucre por atraso al entrenamiento, dos sucres por atraso a un partido y cinco por la falta a un juego.

Es el tiempo para contar historias del chileno Carlos Díaz, primer extranjero y técnico de los Albos. Es el nacimiento del primer juego de lo que se constituiría en el Clásico quiteño, Liga vs Aucas, el 18 de febrero del 45.

El primer logro fue el segundo lugar en el campeonato del fútbol de Pichincha, con la presencia de Víctor Toro en el arco, “El Negro” César Mosquera y el “Chompi” Ponce en la defensa, Celso Torres, “El Cura” López y Carlos Prado en la media, adelante, Jorge “Caucho” Sánchez, José Riveros, Alberto Cedeño, Rómulo Santana y “El Chagra” Escobar en la delantera, Pablo Salazar que entró por el manabita Cedeño, marcó el gol que nos dio el vicecampeonato.

El gran logro de la década para Liga Deportiva Universitaria es la conquista de un título hasta ahora inédito, fue campeón del Campeonato Olímpico Universitario, después de ganarle a la Universidad de Cuenca, 4 a 0, y a la Universidad de Guayaquil, 3 a 0.

Los primeros campeones en la historia de los albos fueron: Eduardo “El Ronco” Muñoz; César “El Negro” Mosquera, Orlando “Chompi” Ponce, Alfonso “El Omoto” Rodríguez, Luis Vásquez, Luis “El Cura” López, Jorge “El Caucho” Sánchez, Estuardo Miranda, José Riveros, Rómulo Santana y Gonzalo “El Chagra” Escobar, habiendo entrado en la segunda etapa del último juego Celso Torres y Ernesto “Carucuso” Ordóñez.

Es una etapa donde los manabitas ocupan un espacio de honor en el equipo, no solo llegaban en calidad de universitarios, sino que buscaban meterse en el equipo, porque Liga ya comenzó a ser noticia en todo el país.

DECADA DEL 70

Dos campeonatos, una caída al fondo de la tabla , un nuevo récord para que la historia cuente después a los hinchas.

Son los principales sucesos en una década que proyecta internacionalmente al equipo "Merengue" en la Copa Libertadores de América, comenzando en 1970, cuando llegamos a los cuartos de final, después de haber pasado por el Universitario de Deportes, Defensor Arica y el América de Quito. En la segunda fase los juegos fueron de infarto contra el Peñarol y el Guaraní de Asunción.

Es el comienzo de varias historias que son contadas en todas las canchas sudamericanas, es el embrujo albo que circula de boca en boca, cuando se dijo que era el equipo de los millonarios, de los petroleros, los doctores de la universidad, los niños del fútbol, los académicos, etc., porque la imagen que exhibía Liga Deportiva Universitaria, era la de un equipo rico, en fútbol, historia y en capacidad de organización.

En el 75 se repitió la dosis copera, nuevamente llegamos a las instancias finales, a los venezolanos Galicia y Portuguesa, más al ecuatoriano El Nacional, no les concedimos el perdón en casa y fuera de ella, agregándose en la segunda etapa del torneo los juegos con el Universitario de Lima y la Unión Española en Santiago de Chile.

1976 marca nuevamente nuestra presencia en la llave de los bolivianos Guabirá y Bolívar, más el Deportivo Cuenca, como es de suponerse, también llegamos a las semifinales con el Alianza Lima y el Cruzeiro brasileño, ubicándonos terceros en América Latina, vaya rica presencia en el fútbol, fue noticia mundo afuera.

La década del 70, es una historia con cupos de honor para Adolfo Bolaños y Walter Maesso en la portería, también para otros, porque habían llegado al equipo, Oscar Subía, Luis De Carlos y el artillero entre los artilleros, Juan José Pérez, que con Polo Carrera y Jorge Tapia hicieron malabares en los estadios donde se presentó el equipo Azucena.

Pero también es una década, donde la noche perdió el brillo, fue en 1972, cuando nos caímos, por esas cosas que el fútbol tiene, vaya castigo recibido, porque había muchos equipos en Pichincha y el ultimo que se ubicara entre estos descendía ,así lo determinaba el reglamento y porque L.D.U, nunca fue de los equipos que pide favores o enmiendas a los campeonatos, perdimos y fuimos a jugar en la segunda, con vergüenza, pero con mucha hidalguía.

Aprendimos y pagamos caro por el error, pero nos levantamos con otra anécdota para contar, en este campeonato jugamos 20 partidos y, ninguno lo perdimos.

Entre el 7 de julio y el 9 de diciembre del 73, incluido el Millonarios que nos enfrentó en Tulcán. Sí señor, fueron 21 juegos invictos, con 66 goles marcados, 22 de ellos gracias a los benditos botines de Oscar Subía.

Es la década donde se miró a Mario Rubén Quiroga, Francisco Rivadero, Angel Palavecino, Rubén Scalisse, Gerardo Pelusso, Fernando Rodríguez Riolfo, Juan Carlos Gómez y Roberto Insúa, nombres de oro en sus respectivos países, de los hermanos Tapia, Luis Garzón, Marco Moreno y César Muñoz. Pero también es la década de un aparecimiento feliz en la dirigencia alba con proyección nacional, porque Rodrigo Paz apareció para dictar cátedra por la honradez, el trabajo y la dignidad en el fútbol.

Es la década de los sueños y de los proyectos que más tarde serían una imponente realidad. Es el tiempo para que Raúl Vaca conduzca el equipo, sembrando lo que más tarde se convertiría en una escuela de dirigencia y alto poder deportivo. Es el tiempo de construir el Complejo de Liga Deportiva Universitaria en la Mitad del Mundo.

DECADA DEL 90

Es el comienzo de una campaña de un equipo que quiere lograr importantes resultados, comenzando por satisfacer la necesidad de un gran reto, difícil hasta para quienes disponen de todo tipo de facilidades, como son los países europeos.

Estadio de Liga Deportiva Universitaria 'Casa Blanca' Liga Deportiva Universitaria en esta década, construyó un imponente estadio, llamado la Maravilla de Ponceano, o 'La Casa Blanca', donde 55 mil espectadores pueden alentar al equipo de su única y gran pasión.

Fue Rodrigo Paz, al frente de la Comisión Pro Construcción del Estadio, que desafió al destino y que solo construyó el mejor escenario de América Latina, sino que rebajó costos y disminuyó el tiempo de construcción, en la realización de una obra monumental única en el siglo en todo el mundo que reclamaba de falta de recursos económicos.

Si en la labor administrativa los resultados fueron excelentes, en el fútbol, la obtención de tres campeonatos nacionales y la presencia en los torneos Conmebol y en la Copa de las Universidades, fueron motivos para que aumente la familia alba y para que el equipo se consolide como la segunda fuerza en lo que a las hinchadas se refiere en el Ecuador, con una proyección siempre ascendente, a pocos puntos del líder y con una clara ventaja sobre el tercero en la preferencia ecuatoriana la cuál se ratificó de acuerdo a una encuesta seria de la empresa Cedatos.

El primer alegrón, en el inicio de la década fue la obtención del primer campeonato del 90, después de ganarle en la final al Barcelona, 3 a 1, en el estadio Atahualpa, comandado por "El Gringo" Carlos Berrueta, seguido por Danilo Samaniego, Eduardo Zambrano, Hans Ortega, Hernán Castillo , Pietro Marsetti, Juan Guamán, Carlos Paéz, Mauricio Arguello , Hugo Vilches, Cesar Mina , Pato Gallardo.

El concurso de los extranjeros Hugo Vilches y principalmente de Carlos Berrueta fueron factores fundamentales para la conquista que llevó al equipo "Merengue" a la Copa Libertadores de América, donde se enfrentó al Colo Colo y al Concepción de Chile. El técnico fue el mimado de la hinchada, que como jugador y técnico le dio la mayor satisfacción al equipo de sus amores, Polo Carrera fue el gran conductor universitario.

Liga tuvo buenas campañas en el 1992 y 1995, sobre todo hubieron jugadores como "El Loco" Acosta, en el 94 vinieron Gilson de Souza que hizo una muy buena temporada y en el 95 vinieron jugadores de buen nivel como Adolfo Ovalle , Roberto Cerino y el argentino experimentado Gerardo " La Vieja Reinoso " como el gran conductor del equipo popular.

La gran pasión prácticamente desbordó sus límites, es que en las temporadas del 98 y 99, conquistamos 'el bicampeonato' de una forma inédita, que comienza con el festejo por el título el 27 de diciembre de 1998 cuando en ' La Casa Blanca ', Liga Deportiva Universitaria, barrió, liquidó y casi extermina al Emelec, al golearlo, 7 a 0, en el último juego, dando paso a un festejo extraordinario en todo el país, principalmente en la Plaza Indoamérica, en plena Universidad Central, gracias a la dirección del gran maestro brasileño, Paulo Massa, un técnico de primera línea en Sudamérica.

Ulises De la Cruz muestra toda su categoría que lo llevó al fútbol brasileño y actualmente en el fútbol Inglés, de Neicer Reasco, Eduardo Hurtado, Santiago Jácome, Jacinto Espinoza, Alfonso Obregón, de Nixon Carcelén , Luis González y Byron Tenorio, además del concurso del internacional colombiano, Alex Escobar, "El Pibe del Barrio Obrero", el chileno Eladio Rojas y el seleccionado uruguayo Carlos María Morales.

El bicampeonato se logró el 19 de diciembre del 99, cuando en el estadio Atahualpa, no solo que se goleó a El Nacional, sino que se desbarató una espectacular fiesta preparada por los militares en toda la ciudad, 3 a 1, fue el marcador que consiguieron Jacinto Espinoza, Neicer Reasco, Santiago Jácome, Byron Tenorio, el eterno Luis Capurro, Luis González, Nixon Carcelén, Alfonso Obregón, Juan Guamán, otra vez el caleño Alex Escobar, Eduardo Hurtado y Patricio Hurtado, con el concurso necesario y fundamental de Ezequiel Maggiolo y Oscar Insurralde, así como Paúl Guevara y un nutrido grupo de jóvenes cracks universitarios.

El festejo fue para que la historia escriba con letras especiales su realización, nunca antes la ciudad se había vestido de blanco total, así como las principales ciudades del país que aclamaron la conquista azucena. El gran maestro del equipo fue el técnico chileno Manuel Pellegrini, uno de los más aclamados estrategas de América Latina.

EL SIGLO XXI, LA PRIMERA DÉCADA

El inicio de la serie del 2000 para Liga Deportiva Universitaria tuvo drama y quién sabe si el destino estaba marcado para provocar la reacción que llegó más tarde, porque la epopeya del bicampeonato fue muriendo una tras otra jornada en el inicio del torneo del 2000 provocado por la salida no anunciada de Manuel Pellegrini que llegó a ser el rey de copas con San Lorenzo y River Plate.

Fue demasiado apresurado el ingreso para taponar el vacío dejado por Pellegrini del colombiano Oscar Ospina, luego del profesor Fernando Díaz, asistente de Pellegrini, Ospina sepultó al equipo y terminó aniquilado, Díaz no tuvo a la mano algún milagro de última hora.

Desde el arranque del campeonato del 2000 el drama se hizo realidad, en la primera etapa los "Albos" se ubicaron en el cuarto puesto, siete partidos ganados, seis empatados y cinco perdidos, en la segunda, el resbalón fue ultrasónico, apenas ganaron cinco juegos, empataron cinco, perdieron ocho, sumaron 20 puntos, se ubicaron en el noveno lugar y un acumulado de 47 que de nada sirvió, el lugar en la Serie B ya estaba marcado.

Esto lo vivieron en Ponceano 20 mil hinchas, un final dramático protagonizado Jacinto Espinoza que después hizo mala cara a la Serie B y buscó otro destino. De la Cruz se fue contratado por el fútbol de Escocia, bien merecido. Santiago Jácome uno de los fieles a la causa. El uruguayo José Puente regresó a su tierra. Neicer Reasco fue al fútbol argentino.

En el medio estaban Alfonso Obregón que prefirió jugar en Manabí y no con el equipo de su corazón en la B. Luis González, Franklin Salas, dos liguistas hasta la muerte. Alex Escobar tampoco quiso seguir con el equipo en la B, en el juego fue reemplazado por Líder Mejía. Adelante Eduardo Hurtado, el moreno cerró su contrato ese mismo día, fue reemplazado por Patricio Hurtado también reemplazado por Jorge Díaz, el colombiano que falló el penal que pudo cambiar la historia del juego contra el Olmedo, lo cobró porque nadie quiso hacerlo, reemplazado por Nixon Carcelén que tampoco se quedó para jugar en la Serie B.

Esta tragedia duró dos horas, Rodrigo Paz convocó a los liguistas, se reunieron en el tapete verde de la ilusión, obligó a que se cumplan metas y objetivos. Había que volver a la serie A, la B era un castigo o un beneficio, se limpió la casa, se purgaron los malos presagios, salieron quienes no habían sido Liguistas de corazón y sí de bolsillo, en las gradas se aceptó solo a los hinchas, hinchas del alma, de fe, hinchas de Liga Deportiva Universitaria.

Varios departamentos de orden administrativo, técnico, económico e institucional fueron creados. El objetivo, el retorno a la Serie A era más que una obligación, pero antes al purgatorio de la B había que vencerlo. El técnico argentino, Julio Asad fue llamado, "el fútbol nos proyecta a la gloria por diferentes caminos, de la B a la A, apenas es una examen de conciencia", dijo el estratega que entregó su vida por el equipo.

Y los estadios se llenaron, la "Muerte Blanca" comenzó a tener fuerza, ellos sintieron tal vez más el descenso pero nunca renegaron a ir a gritar en estadios pequeños, maltratados por la incomodidad de canchas malas, de graderíos viejos y malolientes, viajando por carreteras de segundo orden, vacilados por los seguidores de otros equipos que se reían sin saber que sin Liga Deportiva Universitaria en la Serie A iban a pasar hambre.

Por el lado Merengue una sola causa, había que subir a Liga Deportiva Universitaria, los notables de Liga Deportiva Universitaria permanecieron en sus puestos, nadie abandonó un navío que por meta tenía el regreso a la categoría grande, nada más.

Fue una bella campaña, se ganó el campeonato anticipadamente, el festejo justificó la campaña: 33 juegos, 20 victorias, ocho empates y cinco derrotas, 69 goles marcados y 23 recibidos, 68 puntos conseguidos para entrar nuevamente a la casa de los grandes, a la primera Serie A con un único objetivo, un campeonato que había que conseguirlo en el tiempo que el nuevo proceso lo determine.

En el 2002 apareció con fuerza Carlos Tenorio, salió literalmente del banco de suplentes hacia la gloria que más tarde lo llevó a Arabia Saudita, después a Qatar, en los dos países fue goleador. Éxito redondo que terminó en la selección ecuatoriana donde confirmó su estampa de artillero y molestoso delantero.

El campeonato ecuatoriano no fue el que los Albos quisieron, campaña discreta, Héctor Rivoira fue el estratega y el equipo se fue manejando de a poco, más bien la dirigencia estaba trabajando dentro del esquema y cronograma propuesto en la programación global propuesta por las diferentes comisiones, que de inicio tenía prevista la llegada de un técnico de primera magnitud, con un espectro que abarcaba inclusive a las divisiones formativas.

En el 2003 había que reventar, estaba escrito, había llegado el momento feliz, el estímulo llegó con lo que los grandes necesitan, Jorge Fossati, técnico charrúa, campeón en Uruguay y Paraguay fue convocado, "vengo a trabajar a cumplir con el deseo de don Rodrigo Paz, vamos a formar un gran equipo, vamos a medir fuerzas para cumplir con todos nuestros objetivos ". Fue su primer mensaje, no prometía nada, solo trabajo y más trabajo.

No fue suerte ni fue el destino quien regaló el campeonato a los Albos, con algo importante, la vuelta se la dio en Ponceano, una fecha antes, porque era obligado ese festejo y de esa manera, es que el último juego se lo hacía en el "El Salado" como llaman los guayaquileños al estadio de Barcelona.

Para el festejo, 40 mil personas se juntaron en "La Maravilla de Ponceano" y todos querían festejar el último juego en Quito contra El Nacional, un tradicional cliente a quién había que atenderle de la mejor forma posible. Fue un gran juego, lo dirigieron los paraguayos Epifanio González, central, en las líneas Nelson Cano y Miguel Giaciomuzzi.

El equipo campeón

Jacinto Espinoza en la portería. En la zaga: Santiago Jácome, Carlos Espínola, un paraguayo con alma de inmortal, Geovanni Espinoza. En la media cancha el abanico de Fossati: Neicer Reasco, Alfonso Obregón, Patricio Urrutia, Paúl Ambrossi, reemplazado por Nixon Carcelén en el minuto 87, Alex Escobar cambiado por Luis González en el 75 y en el mismo tiempo, Virgilio Ferreira cedió su lugar a Luis Zambrano y cerrando el equipo y la cancha Franklin Salas.

Los goles fueron de Patricio Urrutia a, los 41 y de Neicer Reasco en el minuto 80 por El Nacional marcó Félix Borja. El festejo fue enorme, era el primer paso hacia el sueño dorado, llegar nuevamente a la Libertadores. Siguió Jorge Fossati delante del equipo en el 2004, era famoso gracias al trabajo del equipo Albo, lógico por su dirección y tino aplicado en la Libertadores fue considerado el equipo sensación, la cadena Fox Sports prefirió siempre los juegos de Liga Deportiva Universitaria,

Se habló de Franklin Salas y de todos los muchachos, esa fue posiblemente la causa de un bajón que no tuvo explicación. La fama traicionó el íntimo de Jorge Fossati, lo llamaron para la selección uruguaya, se fue y de paso cargó con todo su cuerpo técnico, se fue por la fama para pescar después un contrato europeo, porque le pagaban menos de la mitad de lo que ganaba en el equipo merengue.

Los dos juegos contra el Santos marcaron diferencia, un espectacular 4 a 2 en Ponceano, después que ellos iban ganando 2 a 0, en Vila Belmiro la moneda fue recíproca, ellos ganaron 2 a 0, llegaron los penales y la historia dirá que Alfonso Obregón falló el quinto nuestro, se quedó LDU y desde ahí se vino la noche.

Muchos factores marcaron el fracaso de Daniel Carreño, buen técnico uruguayo, el fantasma del técnico anterior estuvo en todo, en los camerinos en la cancha en el pensamiento y en íntimo de muchos Albos, de repente le fallaron a Carreño y de paso al equipo.

Es verdad también que Daniel Carreño no tuvo la fuerza para castigar o para pedir castigo, "estoy orgulloso de todos", dijo poniendo en un trapo a la enemistad y poca colaboración que él quiso se quede en el anonimato.

Pero como el fútbol no espera, el arreglo se hizo con Juan Carlos Oblitas, peruano, amigo y formador está al frente del equipo consiguiendo de salida dos terceros lugares.- Uno en el campeonato ecuatoriano y el principal en la Copa Sudamericana.

Otra vez en el final del 2004 Liga Deportiva Universitaria fue el líder de audiencia en la Sudamericana, se habló en prosa y en verso de todos sus jugadores, todos se cotizaron y fueron tentados por equipos internacionales, ninguno salió porque esta marcado, los Albos quieren ganar el campeonato ecuatoriano, la Libertadores, la Sudamericana y todo lo que se venga por delante.

El 2005 fue un año especial para los Albos, especial porque marcó historia en el campeonato ecuatoriano en la nueva modalidad, dos torneos en un solo año con la formula de los argentinos, mexicanos y otros: hasta julio el Torneo Apertura, luego el Clausura hasta diciembre.

Internacionalmente el equipo llegó a ubicarse en septiembre en el puesto 31 en el mundo, algo inédito para un club ecuatoriano, con algo más, fue solicitado su nombre para formar parte de los pronósticos y loterías deportivas en varios países, en Perú y en Chile se lo tomó en cuenta en partidos del torneo ecuatoriano y en la Copas Libertadores y Sudamericana.

El tercer lugar en el campeonato local del 2004, le dio la opción de pasar al repechaje en la Libertadores, consiguió el puesto para el torneo continental, aunque los resultados después no fueron suficientes para llegar más allá de los octavos de final, igual pasó en la Sudamericana, cuando el equipo comenzó a dar señales de cansancio, ya que a pesar de contar con un plantel competitivo y en cierta forma numeroso, las lesiones de los goleadores Ariel Graziani y Gabriel García impidió que obtenga mejor suerte en los torneos internacionales.

Edison Méndez "le dio otra música" al equipo, completado por la aparición en Pomasqui de uno de los ídolos de siempre en el fútbol peruano, Roberto Palacios, la clase del "Chorrillano" fue suficiente para llenar la ilusión de los Albos que sumaron a ellos otra vez el espacio propio de Alex Aguinaga y de un Elkin Murillo que no llegó a ser lo que fue el año pasado, tal vez disminuido ante la no venta de su pase. Completaron la cuota de extranjeros Carlos Espínola y el gran goleador en el fútbol peruano, Gabriel García, un uruguayo con casta y super dosis de goles, armonizado con Ariel Graziani, el terror de los arqueros en el Torneo Apertura...

Un año generoso para los Albos, puesto que a más de ser convocados los extranjeros a las selecciones de sus respectivos países, ocho jugadores universitarios fueron llamados, terminando en seis los últimos partidos, con el destape espectacular de Cristian Mora, uno de los mejores arqueros que el Ecuador ya ha visto aparecer.

El Torneo Apertura fue el abrir un palco donde se conjugó el fútbol espectáculo, el que rompe redes y llena las gradas de los estadios, fue una maravillosa Liga Deportiva Universitaria que a muchos hizo recordar "La Bordadora" de antaño.

Los Azucenas consiguieron el campeonato, fue la octava estrella en su estandarte, pero ese título encerró algo especial: fue el mejor ataque del torneo, la mejor defensa, 10 jugadores universitarios entraron a la selección ideal del campeonato, el mejor entrenador fue proclamado Juan Carlos Oblitas.

Pero para satisfacción de todos, fue el equipo con mejores asistencias a su estadio y al de los rivales, en todas las ciudades donde se jugó el Apertura la llegada de L.D.U fue un imán de taquilla y de dólares.

Campeón largo y por derecho, un equipo que cumplió los requisitos que solo los grandes tienen: goleó, gusto y ganó, algo como para recordarlo por mucho, por mucho tiempo.